Era 4 de octubre, pero este viernes en el Teatro Zorrilla de Valladolid fue Semana Santa. La emoción de sus procesiones, la devoción por sus imágenes, los vibrantes sonidos de la Pasión y el asombro de los espectadores se volvieron hacer, por arte de magia, presentes en el teatro vallisoletano. Y es que el espectáculo Virgen de los Cuchillos, celebrado en el marco del octavo Congreso de Hermandades y Cofradías de Nuestra Señora de las Angustias que se celebra este fin de semana en Valladolid, cautivó a las cuatrocientas personas que asistieron a este evento.
Dos actores (Julián Rosón y Pablo James) daban vida al escultor Juan de Juni –que talló la Virgen de las Angustias- y Martín Sánchez de Arazamendi –el mecenas que construyó el complejo penitencial-. Ellos fueron el hilo conductor de un espectáculo que, además de teatro, tuvo la imagen audiovisual como verdadera protagonista del evento, que contó con música en directo a cargo de la Agrupación Musical Iscariense, que interpretó temas tan conocidos como La Madrugá, Mi amargura, Suspiros de España y Mater Mea. La pianista Carmen Acuña y la soprano María Eugenia Díaz-Emparanza fueron las autoras de algunos de los momentos más emotivos de la velada.
A través de los siete dolores de la Virgen se narra la historia de la Cofradía de las Angustias y también la de la Semana Santa de Valladolid, de sus procesiones, de su tallas más veneradas y de los tradicionales ritos que hacen que la Pasión se convierta en uno de los momentos del año más esperados por los vallisoletanos.
Asimismo, se hizo un guiño a los cerca de los 200 congresistas llegados a la capital del Pisuerga desde una veintena de ciudades de toda la geografía de España y que representan a sendas cofradías de las Angustias. El espectáculo, producido por la empresa riosecana Dualia Producción & Comunicación, y con guión del cofrade de las Angustias, Ángel Gallego, fue uno de los actos centrales del Congreso que tendrá como momento álgido este domingo la procesión jubilar de la Virgen de las Angustias desde la catedral hasta la iglesia penitencial. (Fotos Fernando Fradejas)